Hoy,
primero de enero, es un día de júbilo para la Iglesia Católica. Los
cristianos celebramos la Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios.
María
fue la elegida para ser Madre de Cristo y aceptó esta misión al decir
“sí” a Dios. Festejamos el tener una Madre en el cielo que nos ayuda y
auxilia en nuestras necesidades y nos ama.
Invoquemos
la intercesión maternal de la Virgen María, Madre de Dios y de la
Iglesia, para que nos acompañe a cada uno de nosotros y a toda la
comunidad eclesial; a Ella nos encomendamos, con profunda confianza.
REAL, MUY ILUSTRE, ANTIGUA, VENERABLE Y SANTA HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE, NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD Y SANTO SEPULCRO